miércoles, 8 de junio de 2011


Que los maridos estuviesen en la Guerra, allá tan lejos en Europa, no quería decir que sus serviciales esposas no pudiesen disfrutar. Aquella foto fue la época en que se empezaron a acortar las faldas. Y los vestidos, más estrechos y con chaqueta corta, ya iban por encima de la rodilla. Lo habían visto en aquellas revolucionarias revistas nuevas.

Echaban de menos la mano masculina. Sí, cierto. En la cama, al llegar del taller, sobre el delantal... pero aquella noche, después de un tiempo, se divirtieron tanto las cuatro juntas...

 

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