miércoles, 8 de junio de 2011


Que los maridos estuviesen en la Guerra, allá tan lejos en Europa, no quería decir que sus serviciales esposas no pudiesen disfrutar. Aquella foto fue la época en que se empezaron a acortar las faldas. Y los vestidos, más estrechos y con chaqueta corta, ya iban por encima de la rodilla. Lo habían visto en aquellas revolucionarias revistas nuevas.

Echaban de menos la mano masculina. Sí, cierto. En la cama, al llegar del taller, sobre el delantal... pero aquella noche, después de un tiempo, se divirtieron tanto las cuatro juntas...

 

lunes, 6 de junio de 2011


Era lo más sencillo. Pedir y pedir. A veces sin parar a pensarlo. Sólamente pedir. Y ella podía permitírselo. Era la cantante revelación del momento. La número 1. No valían flores raras, ni bandejas de frutas exóticas o sábanas y toallas de lino. Quería tres conejos rosados. Tres exactamente y que ya estuviesen allí cuando ella llegara a la suite después del concierto de aquella noche triunfal. 

Y claro que estaban. No podía ser de otra manera. Tres. Ni uno más ni uno menos. Y rosados, tal y como ella los quería. El fotógrafo suspiró aliviado. Y su agente. Él y el director del hotel también, los camareros y hasta la gigantesca masa de admiradores que entre empujones gritaban y esperaban a las puertas del hotel un saludo abalconado de su estrella...